Juan
Jorge Faundes
“La Teoría de la Endosimbiosis Serial
de Lynn Margulis, hace referencia a un tipo de organismo dentro de otro y a su supervivencia
conjunta, por ejemplo de la célula tragada y de la que se la ha tragado, lo que
conduce a la formación de una nueva forma de vida, de un nuevo individuo; de
nuevas especies... ” (L’encyclopédie du Mat).
Arriba el agua,
la lluvia torrencial, el aguacero; abajo el fuego, el fragor de la lucha; el
campamento que arde como una Bagdad bombardeada. Más abajo, el río que se evade
hacia el mar haciendo caso omiso de quienes bregan en sus orillas, pero que se
lleva el agua de la lluvia y los desechos de la batalla. El agua que se
precipita como policías antimotines descolgándose desde los tajamares, es
demasiada y finalmente apaga al fuego. Al menos por un tiempo. La alternativa
era que el fuego fuera tan potente que hiciera hervir el agua y la trocara en
un geiser. ¿Qué nos dice esta imagen de lo que está pasando en la política
chilena?
En el oráculo chino I Ching esta imagen (arriba el agua, abajo el fuego) corresponde al
Hexagrama 63. En su simbología agua y fuego son enemigos entre sí. Nosotros
diríamos que se trata de un antagonismo entre el poder estatal (agua, en este
caso) y movilización social
(fuego). En una situación ideal, la
relación agua-fuego genera energía (piénsese en la máquina a vapor y lo que
significó para la sociedad, ni más ni menos que el inicio de la revolución
industrial). De acuerdo con esa metáfora,
una equilibrada relación Ciudadanía-Estado sería igualmente potente.
Equivale en
biología a la endosimbiosis serial, el verdadero motor de la evolución, según
Lynn Margulis, autora de esta teoría, A su juicio, “los organismos vivos no
sólo compiten y luchan… también interactúan y se mantienen unidos”. Forman
sistemas simbióticos que para todos los efectos son “un individuo”. Los humanos
son el resultado “de miles de millones de años de interacción entre microbios
altamente receptivos” (Symbiotic Planet,
1998).
Los ciudadanos,
al interior del Estado, equivalen a las mitocondrias (órganos celulares que
generan energía al interior de las células, unidades individuales mínimas de la
vida). Las mitocondrias eran originalmente bacterias inmigrantes invasoras o tragadas
por las células en cuyo interior se instalaron. El hecho es que con el
transcurrir del tiempo mitocondrias y células constituyeron un solo organismo
celular.
La imagen del
desalojo de Andha-Chile a Luchar del cauce del río Mapocho nos remite a una
situación de infortunio en el contexto político chileno, porque según el I Ching cuando el agua apaga al fuego
(el Estado apaga a la
Ciudadanía , que es literalmente lo ocurrido) o el fuego
evapora al agua (la
Ciudadanía destruye al Estado, un muy difícil caso de
anarquía total) la sinergia entre agua y fuego, entre Ciudadanía y Estado
desaparece.
Sólo en la
medida en que el Estado se abra a la Ciudadanía , como las células a las mitocondrias,
lo que implicó un impulso a la
Evolución de las especies, tendremos alguna esperanza de un
real y efectivo progreso social; porque hasta ahora lo que tenemos es un Estado
temeroso de la llamada “participación”. Así como es apagado el fuego de
Andha-Chile a Luchar (un fuego porfiado, eso sí, que siempre renace, como el
Ave Fénix), el fuego de la
Ciudadanía es apagado en sus diversas expresiones: profesorales,
estudiantiles, mapuche, laboral, etc.
El desafío está
planteado hoy a los candidatos. Porque no se observa ni en la designación de
sus candidaturas (a dedo), ni en la elaboración de sus programas (cupular) ni
en sus propuestas de modo de gobernar, una real y efectiva participación
ciudadana. El paradigma desde el que actúan sigue siendo (y no parece que vaya
a cambiar) el del verticalismo y de la exclusión de las personas de las
decisiones. Las mitocondrias ciudadanas parecen no tener oportunidad de migrar,
invadir ni menos ser tragadas por el aparato político que domina en la sociedad
(salvo por los buses de las fuerzas antimotines y sus calabozos).
Enfrentado a
esta situación, el Tarot nos propone la carta de La Papisa. El poder de La Papisa es agua nos dice
Sallie Nicholls: “frío, oscuro, fluido, el poder de la luna”. Y agrega que “el
poder de El Mago es fuego: calor, brillo y resplandor del poder solar” (carta
que sale a continuación). Arriba el Agua, abajo el Fuego. La Papisa es también la Asunción de la Virgen María ; rescatada y
valorizada su condición de mujer al extremo de estar ahora sentada a la derecha
de Dios Padre. La liberación del principio femenino (la Ciudadanía ) para su
co-gobierno con el principio masculino (el Estado).
En este
panorama masculino de “magos” patriarcales (donde en su propia exclusión la Ciudadanía está
excluida) sólo parece brillar una especial mitocondria: Pamela Jiles, Reina de Espadas, carta que surge cuando evoco
a esta antipoema hecho carne.-